Era una fría noche de invierno, la lluvia caia sobre pastizales y árboles, las gotas mojaban los rostros de los poetas, músicos, enamorados, historiadores...
El poco viento arrastraba las memorias de todas aquellas personas que así lo deseaban.
En una de las banquetas de esa ciudad había un senor de traje obscuro con las manos en la cara sentado en una banca hablándose a sí mismo. Este suceso me atrajo mucho así que decidi ir a preguntarle si se encontraba bien.
Al irme acercando empezé a escuchar claramente las palabras que salían de su boca, el exclamaba: "Soy tan solo un sueno creado por la humanidad para desvanecer su apatismo"
El repetía esa frase cada vez que terminase de decir la misma.
Ya estando más cerca le pregunté al senor si no le hacia falta un poco de ayuda, y parecia como si tan solo le estuviese hablando al viento, el senor seguía con su frase y no hacía caso. Insisti dos veces más, hasta que me quedo claro que aquella persona no iba a poner atención nunca, tome un respiro, me di la vuelta y empezé a caminar. Cada vez las gotas de agua se hacían más pesadas, o al menos así lo sentía, el viento soplaba más fuerte, como con furia. El alumbrado publico se apagaba y se encendía.
Al llegar a mi casa tomé una taza de café, el sueno me derrotaba asi que apague las pocas velas que alumbraban el lugar, y me recoste sobre la cama.
Tres días después decidí acabar con el juego.